Saturday 2 June 2012

Política, fútbol y traidores

Por Pino Fontelos

Fotomontaje. Hinchas en la Plaza Nueva de Bilbao. 26 mayo 2012.


 


        El cine es un medio donde se apelan más a los sentimientos que a los pensamientos, pero como en España la invocación a las emociones es una actitud más habitual que la elaboración de razonamientos, recurriré a la película de Stanley Kubrick, Senderos de Gloria, para explicar el comportamiento de algunos políticos en relación a lo que ocurre con el sector financiero y el dinero público, fútbol de por medio

        Es un filme ambientado en las terribles trincheras francesas de la Primera Guerra Mundial. Al general Mireau (George Macready), se le encarga organizar un ataque a una inexpugnable posición alemana. El coronel Dax (Kirk Douglas) recibe la orden de dirigir la toma de la colina. En el transcurso de la batalla, una parte del regimiento emprende la retirada hacia las trincheras ante la imposibilidad de avanzar, y otra ni siquiera sale de ellas. El hecho provoca la ira del general Mireau que intenta bombardear con artillería a sus propias tropas, como método para hacerles salir a campo abierto y demuestren su valor. Y aunque no lo consigue, se encarga de que el alto mando imponga un castigo ejemplarizante a esos soldados considerados por él como una manada de cobardes.
 
        En una memorable secuencia, el coronel Dax y el general Mireau mantienen una agria disputa por su diferencia de pareceres sobre la culpabilidad o inocencia de algunos de sus hombres, elegidos al azar, a los que se quiere juzgar por el delito de traición. El superior le interpela, exigiéndole que se explique sin tener en cuenta el orden jerárquico, a lo que el subordinado responde con una frase durísima: "Samuel Jonson dijo que el patriotismo es el último reducto del canalla".
 
        Aunque el intento del general, de disparar sobre el propio ejército, es conocido por otro oficial del Estado Mayor, el general George Broulard (Adolphe Menjou), ello no servirá a los acusados como causa exculpatoria, y serán fusilados para servir de ejemplo.
 
         En este filme antimilitarista se termina demostrando cómo los sinvergüenzas son los verdaderos traidores a una patria*, mientras que las personas trabajadoras y decentes son los auténticos patriotas. Lástima comprobar cómo eso no es suficiente para salvar el pellejo.

*Patria (del latín patria, familia o clan > patris, tierra paterna > pater, padre).


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