Sunday 20 May 2012

El monarca twittero (II)

Por Pino Fontelos
Kyle of Lochalsh, costa norte de Escocia. Agosto 1991.



Felipe II se encontraba vestido de elegante negro español, pese al agosto castellano, ante la inminente llegada de un correo con noticias sobre la Grande y Felicísima Armada en su campaña contra los ingleses. La ocasión lo merecía. Un hombre joven entró en la hermosa estancia acompañado de uno de sus consejeros reales. Y cuando le acercaron una bandeja de plata con la esperada misiva, descubrió un papelito en el que apenas cabrían unas pocas palabras; nunca hubiera podido imaginar su pequeño tamaño en relación con la noticia más importante del momento. Leyó en voz apenas audible: La Grande y Felicísima Armada no ha cumplido con la misión encomendada por culpa de los elementos fracasando en su intento de conquistar Inglaterra.

"¿Solo estas palabras; nada más?”, interrogó el Rey al enviado.

“Majestad, es una práctica nueva de enviar correos. A través de variados senderos, conseguimos enviar y recibir mensajes casi en tiempo presente. Es más importante el contenido que su extensión”, respondió orgulloso el mensajero.

“¿Pero, es esto todo lo que podré a contar a mis súbditos sobre esta empresa?", respondió Su Alteza, dirigiéndose a su consejero.

“Majestad, contienen toda la emoción necesaria –respondió con presteza el inteligente consejero real-. ¿Para qué quieren más?"

“¿Qué habrá ocurrido, en verdad? Al desconocer los hechos, tanta brevedad solo produce desazón”, exclamó desesperado el rey.

"Ya, majestad, pero ese es el precio a pagar por la eficacia. Y debemos velar por nuestros intereses”, respondió el consejero. “¿Puede retirarse el enviado?”.

El Rey le agradeció los servicios prestados al Imperio antes de verle desaparecer.

“Majestad, debemos premiar a los hacedores de esta herramienta por su contribución a la Corona en la aportación de tan importante relato. ¿Qué tal la Real Orden de Ortega y Gasset?", indicó otro consejero.

El Monarca asintió con la cabeza y, girando el rostro, dejó sentir en su piel la intensa luz de la mañana atravesando los enormes ventanales del Palacio en el Real Sitio de San Lorenzo del Escorial.

"¡Que inmenso el mundo, para tan pocas palabras!", musitó para sí mismo.



Tuesday 15 May 2012

Carlos Fuentes en el ancurón cósmico

Por Pino Fontelos
Carlos Fuentes en la Universidad de Alcalá de Henares. Octubre 2008.


 
             El autor de La región más transparente y La muerte de Artemio Cruz, Carlos Fuentes, propuso el nombre de Territorio de La Mancha como un espacio donde confluyeran los pueblos mestizos de ambos lados del Atlántico; convertido este océano en puente y no abismo.
        En la entrega de la primera edición del Premio Internacional Don Quijote de la Mancha clamaba en su discurso: Cervantes nos dio una voz; es la voz que nos une a todos los hispanoparlantes. Pero Cervantes también nos dio una imaginación. Una imaginación del mundo en la que se reconocen autores y lectores de todos los países y de todas las lenguas.


Vista desde el Cerro Calderico en Consuegra. Marzo 2009.

Pues bien, ahora, el escritor mexicano, con su fallecimiento, ha dado el paso para habitar en ese territorio imaginario de Don Quijote. Y La Mancha, anchurón cósmico contemplado por el poeta Jean Cocteau desde el Cerro Calderico en Consuegra, acoge su espíritu en nombre del mundo entero.

Tuesday 8 May 2012

¿Por qué AgBr?

Rocas en la playa de Zahara de los Atunes. Septiembre 1990.

¿Por qué AgBr?

Por Pino Fontelos.


¿Por qué ese nombre para la bitácora o el blog?, me preguntan algunos amigos. ¿Algo que ver con los actuales momentos de asco y rechazo social. Argg? No, todo lo contrario, respondo.
AgBr es la nomenclatura del bromuro de plata, uno de los compuestos químicos presentes en la llamada emulsión o haluros de plata de las películas fotográficas. Dichas sales en forma de cristales, al entrar en contacto con la luz, se transforman en una imagen latente de plata metálica que, convenientemente tratada y revelada con productos químicos, produce  imágenes fotográficas en negativo y en positivo.
Y la pretensión de AgBr, no sé si pretenciosa o no, vendría a ser una comparación con ese funcionamiento bioquímico; el establecimiento de una metáfora respecto a la producción de ideas y pensamiento en tránsito a la esfera pública deliberativa: un primigenio y luminoso impacto en las neuronas del cerebro generando pensamiento en su exposición pública, tan bello y duradero como los metales nobles.


Saturday 5 May 2012

La prensa,¿moribunda?


Harry Raposo y Nuria Ruiz en RNE de Toledo. Diciembre 1989.

La prensa, ¿moribunda?
Por Pino Fontelos

 
Hace unos días, a punto de celebrarse un encuentro en Madrid entre grupos de comunicación internacionales para debatir sobre los nuevos retos de la industria periodística, el lnternational Media Council 2012, el periodista Juan Manuel Nieves nos ofreció una conferencia a los alumnos de la asignatura La Prensa en Internet, incluida en el Máster de Investigación en Periodismo: Discurso y Comunicación, de la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense. El tema versaría sobre su actividad profesional en Internet dedicada a la elaboración de un blog de ciencia y tecnología en la edición digital del diario Abc, incluida en la perspectiva del nuevo periodismo y la información en tiempo real en la Red.
Consideró necesaria una explicación personal y refirió cómo, perteneciendo a la plantilla del citado diario desde hacía varios años, vislumbró la futura reducción de miembros en la redacción y se adelantó a un ERE, ofreciendo sus servicios de colaboración como un autónomo mediante un blog de información científica; una de sus pasiones “Ahora, voy por el tercer contrato y, encima, hago lo que más me gusta”, confesó.
Se definió como un radical en sus valoraciones de lo que viene sucediendo en cuanto al periodismo en la Red. Su salto hacia delante en la decisión adoptada hace tres años de crear y escribir en un blog -e ingresar en el Olimpo cibernético gracias a millares de visitas al sitio-, le ha dotado de visión e ideas propias. Y habló sin cortapisa alguna de lo ocurrido en este negocio.
“¿Crisis de la información? No, sino de la distribución de la misma. Además, bajan lo lectores, baja la publicidad –hasta un 40%-, baja la calidad de la información, mantenida por los novatos de la profesión y los grandes medios quieren ganar las mismas cantidades de dinero que antes. Y para eso venden DVDs, tabletas y lo que haga falta. Al menos, eso ha sujetado la caída de lectores en un 30%. Pero el negocio como se entendía ha cambiado totalmente”. Por ejemplo, en la publicidad, donde anteriormente existía una convención entre diarios y anunciantes, estimando los millones de personas que veían un anuncio en una página y aplicando una tarifa determinada a la misma. “En la actualidad, Internet demuestra con datos reales qué porcentaje de personas ven ese anuncio en la sección determinada de la página web”. Y aunque el modelo antiguo frena la llegada del modelo nuevo, se produce una paradoja: “La cuestión, antes, era saber qué se hacía con la web en el diario. Ahora la cuestión es saber qué se hace con el papel”.
De la profesión, entre otras cosas, habló de la actividad desarrollada en las redacciones digitales. “Lo que en las anteriores redacciones se consideraba pegar teletipos, es decir, ahora copiar y pegar delante de la pantalla, ¿se puede considerar periodismo? Es necesario apreciar el valor cualitativo de enfrentarse diariamente a una hoja en blanco. Y el hecho que lo demuestra es la réplica de la información que se produce en las webs. Lo difícil sigue siendo crear a partir de esa hoja en blanco”. Nos ofreció la fórmula de dar un paso atrás y observar el conjunto, junto a una reflexión: “Cualquier tipo de actividad basado en una minoría que decide el saber, el entretenimiento, la cultura…, está llamada a desaparecer”. ¿La clave? “No se trata de volver a la idea del periodista orquesta o multimedia de los años noventa, sino de valorar si tenemos algo que contar. En el periodismo de calidad y la especialización en la Red”.
Y para rematar, el radical de la Red se atrevió con el oráculo de pronosticar la muerte del periodismo de las empresas y el nacimiento del periodismo de los individuos. “¿Por qué entregar la energía vital a un moribundo en vez de aprovecharlo para uno mismo?”